jueves, 26 de marzo de 2020

Te esperaré...

Te esperaré esta tarde
y cada una de las tardes
que me resten de vida,
cuando el sol se duerma
enceguecido al ocaso
entre las olas heridas.

Te esperaré así sin prisa
aunque cuente los pasos
que ha de caminar un beso
entre tu boca y mi boca,
entre tu mirada y mi risa,
entre mi piel y tus brazos.

Te esperaré siempre vestida
de sal, de agua y de viento
pero con el alma desnuda
de tristezas y olvidos,
con el corazón muy abierto
sin callar mis sentimientos.

María Elena Astorquiza V.
Foto:
Arthur Braginsky


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