miércoles, 17 de agosto de 2011

Carretas vacías


Caminaba con mi padre, cuando se detuvo en una curva y, después de un pequeño silencio, me preguntó: 

- ¿Oyes algo más, que el cantar de los pájaros? 

Agudicé mis oídos y algunos segundos después, le respondí: 
- Sí, es el ruido de una carreta. 

- Éso es, - me dijo. - Es una carreta vacía. 

Pregunté a mi padre: 
- ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la hemos visto? 

Entonces, otra vez mas, me mostró su sabiduría: 
- Es muy fácil darse cuenta: "Cuánto mas vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace" 

"Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y tratando con superioridad a los demás... O a aquellos, que no pueden estar, sin el estímulo de parlantes o de un televisor, que impiden todo tipo de diálogo, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: 

- "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace" Y a la vez : "cuánto se regocija el corazón, cuando vemos pasar una carreta repleta de carga preciosa... Silenciosa... Plena. 

Desconozco a su autor

No hay comentarios: