viernes, 26 de agosto de 2011
¿Te animas a decir NO? de Ana Varik
Hay una palabra de dos letras dentro de nuestro diccionario que tiene un gran significado. Pero éste depende de cómo se la utilice, en qué contexto o hacia quien esté dirigida. Tiene tanta fuerza que puede determinar la ruptura de una relación, la pérdida de objetivos o producir todo lo contrario, ser el nexo hacia una nueva forma de respetar nuestros propios intereses. La palabra que te menciono es el tan temido y también admirado, NO.
Esta palabra tan pequeña es fantástica, te puede dar o quitar poder frente a los demás. Te preguntarás ¿Cómo está dos letras me puede quitar o dar poder ante las personas? Esto nos lleva a que analicemos de si sabemos utilizarla correctamente en beneficio personal.
La palabra en si no tiene ningún poder, no puede hacer ni decir nada. Son las personas las que utilizándola correctamente, y en el momento oportuno, pueden cambiar la apreciación de los hechos y hasta modificarle la vida.
Cuando una persona dice No está determinando una postura, un pensamiento o declara que algo no desea para sí. Detrás de ese No, hay un interés que puede ser real o ficticio, dependiendo de cuan hábil sea el sujeto para plantear su postura frente a quien está detrás de ese No.
Si la postura diaria es decir No a todo, esto no modifica nada en la realidad de quien lo emite. Su entorno lo tomará como una persona negativa, sabiendo con anterioridad, que a cualquier propuesta le dirá No. Su mente esta encasillada en el No rotundo. ¿Quién le va a dar importancia a ese No permanente? ¿Puede cambiar algo? ¿Tiene un significado especial?
Sin duda, que quien lo escuche no le va a dar trascendencia porque sabe de antemano, que esta persona es negativa y no cambiará su postura. En realidad ese No es impreciso, se lo dice siempre.
Ahora, si ese No lo decimos para defender intereses reales que determinarán la apertura hacia una nueva forma de pensar ¿Qué me dirías? ¿Te gustaría que ese No pueda puntualizar un antes y un después en tu vida? ¿Sabes cómo utilizarlo para sacarle el mejor provecho?
Nuestra mente esta educada para darle al No un significado negativo. Si alguien nos dice NO, pensamos automáticamente, que nos está negando la posibilidad de hacer algo o emprender algo.
Debemos reaprender que el significado de esta palabra también puede ser positivo. Te invito a que reflexiones en todas las propuestas o circunstancias en las cuales dirías NO. Piensa:
- ¿Por qué diría NO?
- ¿Qué estoy buscando con ese NO?
- ¿Qué gano diciendo NO?
- ¿Producirá algún sentimiento positivo dentro de mí?
- Este NO ¿me permitirá defender otros intereses que son mucho más relevantes para mí?
Te voy a dar un ejemplo para que nuestra mente inicie esta readaptación hacia un NO efectivo.
Juan es una gran persona, le encanta estar con su familia y compartir tiempo con sus amigos. Pero trabaja muchísimos horas en una empresa que le demanda cada vez más responsabilidades de su parte, tiene que liderar con un gran equipo de trabajo. Da todo de sí, para que los objetivos de la empresa sean alcanzados en el plazo establecido.
Un día su jefe lo llama a una reunión privada, para comentarle ciertos aspectos que él quiere implementar en el departamento que lidera Juan. Él escucha atentamente la propuesta de su jefe. Esto implicaría que ese fin de semana, tendría que trabajar esos dos días, para que el lunes estuviera todo programado para poner en marcha esta nueva estrategia.
Pero Juan ya había planificado ir con su familia, ese fin de semana a un hotel para pasar más tiempo con ellos. Hacia tanto tiempo que no disfrutaba de la compañía de su familia, que deseaba con todas sus fuerzas, brindarles esos dos días a las personas que más quería en el mundo. Sus hijos le reclamaban que pasara más tiempo con ellos. Y su mente le cuestionó ¿Cómo les digo a mis hijos que este fin de semana lo tengo que suspender porque tengo que trabajar para este nuevo proyecto? ¿Se merecen que les diga esto? ¿Y qué pasa conmigo? ¿Y mis deseos?
Meditó cual sería la respuesta ante la propuesta de su jefe. ¿Si le digo NO qué pensará él? ¿Tendré que sacrificar otra vez el tiempo que necesito con mi familia? Después de pensar, le dijo a su jefe:
- Su propuesta es muy interesante, pero este fin de semana No puedo dedicarle tiempo para ponerla en marcha el lunes. Sé que es importante lo que me dice. Pero vengo hace ya un tiempo, programando pasar este fin de semana con mi familia, y ellos necesitan que les dedique tiempo. El lunes cuando vuelvo descansado, pondré toda mi atención a esta nueva propuesta.
El jefe se quedó atónito cuando escucho la respuesta de Juan. Él siempre estaba dispuesto a dedicarle tiempo a la empresa. Pero ese No fue el mejor que había escuchado hacía mucho tiempo. Juan defendió un interés personal con el NO emitido.
Todos debemos aprender a decir No cuando buscamos cuidar, defender o alcanzar un interés detrás de esa negativa. El NO puede convertirse en un gran aliado en el logro de metas. Solo hay que decidir que se busca diciendo NO.
Si tienes dificultades para decir NO podemos concertar sesiones personalizadas de coaching para que defiendas tus intereses personales o profesionales.
Fuente: http://www.dondeexitos.com/
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