Entre el 20 y el 21 de mayo de 1932 realizó en solitario la travesía del Atlántico. Fue la primera mujer en completar sin acompañantes este peligroso viaje, proeza que no había vuelto a producirse desde el histórico vuelo de Charles A. Lindbergh en 1927. Earhart estableció entonces una nueva marca de velocidad, al alcanzar Irlanda en apenas trece horas y cincuenta minutos. Fue galardonada por el Congreso de Estados Unidos con la Cruz Distinguida de Vuelo, la primera otorgada a una mujer. En los meses siguientes realizó diversos vuelos de costa a costa de Estados Unidos, como el que la llevó de Los Ángeles (California) a Newark (Nueva Jersey). Su celebridad le permitió promover el uso comercial de la aviación y defender, desde una postura feminista, la incorporación de las mujeres a este nuevo campo profesional.
En enero de 1935 llevó a cabo en solitario la travesía entre Honolulú (Hawaii) y Oakland (California), recorriendo una distancia superior a la existente entre Estados Unidos y Europa. Fue el primer piloto en completar con éxito este difícil viaje sobre aguas del Pacífico, ya que los anteriores intentos habían concluido en desastre. A fines de ese mismo año estableció un nuevo récord de velocidad, volando sin escalas entre Ciudad de México y Nueva York en algo más de catorce horas.
En 1937 anunció que intentaría dar la vuelta al mundo utilizando una ruta distinta a la habitual en estas travesías. En efecto, los viajes en avión alrededor del mundo se habían desarrollado, hasta entonces, en cortas etapas a través de los cielos del hemisferio norte. Earhart intentaría, junto a su copiloto y navegante, el capitán estadounidense Frederick J. Noonan, circunvolar el globo siguiendo la línea del ecuador, en un bimotor Lockheed Electra. Iniciaron el viaje el 1 de junio de 1937, volando desde Miami (Florida) hasta Sudamérica; de allí a África y posteriormente a las Indias Orientales.
Tras haber completado 33.000 kilómetros en treinta días, más de los dos tercios de la travesía, su avión desapareció en medio de un temporal el 2 de julio, cuando realizaban la penúltima etapa del viaje, que habría de llevarles desde Lae (Nueva Guinea) a la isla Howland, junto a Australia. La desaparición de Amelia Earhart y de su experto copiloto fue motivo de numerosas y a menudo fantásticas especulaciones, pero hasta hoy día se desconocen las circunstancias del accidente y el lugar exacto donde éste se produjo, aunque se calcula que pudo ocurrir en un punto a 4113 kilómetros de la isla Howland. Poco después de su desaparición, su marido publicó un libro basado en el diario de vuelo del último viaje de Amelia.
Fuente: Biografías y Vidas
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