Ingresado en la Orden Teatina y ordenado en 1769, Giuseppe Piazzi enseñó primero filosofía en los colegios de su orden, y sólo relativamente tarde comenzó a ocuparse de la astronomía, cuando el gobierno borbónico, después de haberle nombrado profesor de "cálculo sublime" en Palermo, lo envió al extranjero para preparar la creación de dos observatorios, uno en Nápoles y otro en Palermo.
Tras una estancia de tres años en los observatorios de París y Greenwich, y después de haber tenido ocasión de visitar a Herschel en Slough, donde se rompió un brazo al caer desde una de las escaleras que flanqueaban el gran reflector, regresó a Palermo, adquiriendo para el nuevo observatorio un círculo vertical de Ramsden, obra maestra de la mecánica de la época, y otros instrumentos que hizo montar en la torre de Santa Ninfa del Palacio Real.
Su primer propósito fue intentar una nueva y más cuidadosa determinación de las posiciones de numerosas estrellas fijas, estimando que el catálogo de estrellas constituía la base y fundamento de la ciencia astronómica. Tras veinte años de trabajos y vigilias pudo publicar en 1803 su monumental obraPosiciones medias de las principales estrellas fijas. Con este catálogo, premiado por el Instituto de Francia, Giuseppe Piazzi pudo demostrar que los movimientos propios de las estrellas constituyen no una excepción, sino una regla, abriendo el camino a este nuevo campo de investigación.
En la segunda edición del catálogo, publicada también en Palermo en 1814, añadió las observaciones corregidas y completadas desde 1792 a 1813. El catálogo de Piazzi daba las posiciones estelares con precisión notablemente mayor que los observadores anteriores y contemporáneos, ofreciendo de esta manera bases más seguras para establecer la situación de las principales estrellas y sus movimientos propios. Los prólogos para las dos ediciones son una norma para la ejecución y reducción de las observaciones; en la segunda las estrellas suman siete mil seiscientas cuarenta y seis.
Piazzi repetía cada día las observaciones de la noche anterior, y de este modo se dio cuenta de que una de las estrellas observadas en la noche del 1 de enero de 1801 no tenía una posición fija respecto a las otras. Estando ya el pequeño astro demasiado cerca del sol, y no pudiéndolo seguir fuera del meridiano por la insuficiencia de los otros instrumentos, lo perdió de vista y no fue encontrado nuevamente hasta el 7 de diciembre de aquel mismo año por Zach, que lo halló en la posición calculada por Gauss con su nuevo método de determinación de las órbitas. Se trataba del primero de los muchos pequeños planetas que serían descubiertos entre Marte y Júpiter, y al que Piazzi puso el nombre de Ceres en honor a la diosa tutelar de Sicilia.
Fuente: Biografías y Vidas
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