Hijo de Javier Gómez de la Serna, jurista funcionario en el Ministerio de Ultramar, su madre, Josefa Puig Coronado, era sobrina de la poetisa Carolina Coronado.
Cursó estudios de Derecho, aunque desde muy temprano sintió afición por el periodismo. Reconocido iconoclasta con respecto a las artes y tendencias culturales, se mostró como un vanguardista de las vanguardias. Creó un estilo conocido como el ramonismo, sinónimo de independencia y provocación.
Fue un autor prolífico con más de cien libros de todos los géneros y de la greguería, que él mismo definió como "metáfora más humor". Sintió una ligazón especial con Madrid a la que definió como "Madrid es no tener nada y tenerlo todo".
Nihilista que ante la sociedad carente de valores que le tocó vivir respondió con una extravagancia casi esperpéntica. Escribió en El Sol, La Voz, Revista de Occidente, El Liberal.
Con Azorín fundó el PEN Club español. Fue secretario del Ateneo de Madrid. Al estallar la Guerra Civil española Ramón Gómez de la Serna se traslada a Buenos Aires, ciudad en la que falleció el 12 de enero de 1963.
Obras seleccionadas
1905 Entrando en fuego
1908 Morbideces
1909 El cofrecito encantado
1911 El libro mudo
1912 Ex-votos
1912 El lunático
1914 El doctor inverosímil
1915 El Rastro
1917 La viudad blanca y negra
1917 Senos
1917 El circo
1917 Greguerías
1918 Pombo
1920 Toda la historia de la calle de Alcalá
1920 Toda la historia de la Puerta del Sol
1921 Disparates
1923 La quinta de Palmyra
1923 Cinelandia
1924 La sagrada cripta del Pombo
1926 El torero Caracho
1927 Seis falsas novelas
1927 La mujer de ámbar
1928 El caballero del hongo gris
1935 Greguerías 1935
1936 ¡Rebeca!
1942 Azorín
1944 Don Ramón María del Valle-Inclán
1949 Las tres gracias
1956 Nostalgias de Madrid
1961 Piso bajo
Qué es la greguería
"La cosa sucedió en el piso primero derecha de la casa número 11 de la calle de la Puebla, en la villa y corte de Madrid.
Era un día aplastado por una tormenta de verano. Tenía hinchada la frente. Me asomaba al balcón y volvía a meterme dentro y a sentarme.
Vivía aún don Jacinto Octavio Picón -secretario perpetuo de la Academia-, y yo ya estaba harto de don Jacinto Octavio Picón.
Sobre mi mesa, las tijeras, abiertas como cuando los pelícanos abren el pico los días de calor, estorbaban la idea. Las cerré.
Por fin, en una última llamada del balcón, dándome un golpe contra la esquina del diván al salir a buscar lo que estaba entre el cielo y la tierra, encontré la invención de la greguería.
Sí... Yo quería decir, yo había pensado... recordando el Arno en Florencia... frente a aquella pensión en que habité... que... que la orilla de allá... Sí, la orilla de allá quería estar a la orilla de acá... Eso, ese deseo inaudito pero real... Esa perturbación de la estabilidad de las orillas, ¿qué era?... Era... "una greguería". Así me salió del bombo central "esa" palabra que no sabía lo que significaba y fui al diccionario para ver lo que era..."
Fuente: Buscabiografías
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