Marchó luego a París como profesor de canto de la emperatriz Eugenia de Montijo, y, más adelante, viajó a Cuba, donde entró en contacto con los ritmos criollos (en especial la habanera), que habían de tener gran importancia en su producción. Posteriormente regresó a París y de allí, a Vitoria, donde murió.
Su obra está formada por canciones fáciles para voz y piano que publicó en colecciones como la titulada Fleurs d'Espagne (París, 1864). A pesar de su carácter frívolo, estas canciones alcanzaron gran éxito y fueron interpretadas por todas las grandes cantantes de la época, en especial aquellas que, como Paulina Viardot-García y Adelina Patti, tenían alguna relación con España.
De entre estas canciones, destacan La Paloma, tan conocida que ha pasado a la tradición oral en España e Hispanoamérica, y El Arreglito, cuyo éxito en Francia llevó a Georges Bizet a emplearla como base de la conocida habanera de Carmen, pensando que se trataba de una auténtica melodía popular española.
Fuente: Biografías y Vidas
No hay comentarios:
Publicar un comentario