Fue un hombre de considerable fortuna, especialmente por dedicarse al comercio y al arrieraje (transporte de mercancías en mulas). A la par, tuvo una gran solidaridad con los pobladores indígenas que sufrían la excesiva explotación de los españoles en las minas, obrajes y repartos mercantiles. Asímismo, protestó contra las reformas fiscales que implantó el visitador Antonio de Areche (aumento de tributos, alcabalas y aduanas) desde 1778.
En 1780 lideró una gran rebelión anticolonial donde ganó la batalla de Sangarará y estuvo a punto de tomar el Cusco. Sin embargo, las fuerzas enviadas por el virrey Agustín de Jáuregui lo derrotaron en la batalla de Checacupe, y lo capturaron en Langui.
Murió descuartizado el 18 de mayo de 1781 en la Plaza de Armas del Cusco.
Fuente: Resumen de la historia
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