martes, 24 de marzo de 2015

Ser Inés… por un día por Merlina Meiler

Mi segundo nombre es Inés.

Y en muchas ocasiones, esto es una gran ventaja.

Al darle vueltas a un problema o a una situación a la que no le hallamos una salida viable, lo mejor que podemos hacer es cambiar el ángulo desde el que nos estamos enfocando en ese tema.

Si seguimos viéndolo con los mismos ojos y desde el mismo lugar, las imágenes que obtendremos y las ideas que se nos vendrán a la mente seguirán siendo idénticas (y, probablemente, también muy parecidas a formas de resolución que intentamos en el pasado y nos dieron un resultado contrario al deseado o que, por lo menos, no satisfizo nuestras expectativas ni lograron poner un punto final).

En estos casos es cuando uso mi segundo nombre, y pienso: ¿Cómo resolvería esto Inés? ¿Qué pensaría? ¿Qué diría? ¿Qué rumbo elegiría? ¿Cuál sería la próxima acción que tomaría?

Adoptar la posición de un observador neutral es muy útil para tener la posibilidad de notar elementos o detalles que, hasta ahora, habían pasado desapercibidos. Además, variar la posición en la que nos ubicamos con respecto a lo que nos mantiene pensativos y nos quita tiempo y energía cambia significados y abre nuevos caminos.

Al dejar de utilizar la propia perspectiva, nos alejamos de nuestros sentimientos y de nuestras emociones. Ya no vemos, oímos ni sentimos de igual modo. Si se trata de un recuerdo, no lo revivimos de la misma manera en que lo hacíamos, sino que adquirimos objetividad – ¡lo que tanto necesitamos para examinar todo con claridad y llegar a nuevos entendimientos y a soluciones eficaces!

Por eso, si hay algún asunto que te desvela y te pre-ocupa y te está costando trabajo encontrarle la salida, te propongo que uses tu segundo nombre por un día, con imaginación. Si no tienes, ¡con gusto compartiré “Inés” contigo! O puedes elegir el nombre de alguien cercano o que tenga ciertas cualidades que lo hacen merecedor de tu confianza (por ejemplo: tu tío Luis, tu vecina Carla, la maestra/profesora María que tan bien recuerdas, etc.)

Solo intenta pensar, sentir, ver y escucharte hablar como esta persona durante un día, ¡y comparte conmigo cómo te va!

Fuente: Mejora Emocional

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