jueves, 25 de agosto de 2011

Tesón


ste pensamiento de hoy, este que me ha aparecido nada más levantarme, algo cansada tras una noche larga de trabajo y después de dormir pocas horas, va dedicado a tantos como yo que luchan por algo cada día. A todas a aquellas personas que siempre intentan dar un paso hacia delante a pesar de que, algunas veces, la vida les empuja a retroceder dos, pero que sin embargo se mantienen en la lucha.

No pienso decirte que no tienes derecho a sentirte cansado, ni que no sirve de nada que te sientas así. Sería muy iluso por mi parte, ya que esa misma sensación la he tenido tantas veces. Pero hasta cuando me duele el cuerpo y el alma se que lo hace porque estoy viva.

“Erase una vez un pueblo llamado Esperanza, aquel pueblo estaba siendo consumido por la oscuridad, gracias a un hechizo de un malvado mago que al odiar la esperanza lo había condenado a las tinieblas.

El rey de Esperanza al ver que su pueblo estaba a punto de convertirse en un lugar oscuro, donde al sol se le negaba nacer, las cosechas eran pobres, los arboles morían en su apatía, sus súbditos perdían poco a poco su alegría y apenas si querían salir de sus casas por miedo a la negrura. Convocó a los tres hombres más jóvenes y fuertes del pueblo para que fueran hasta donde estaba el malvado mago, lucharan con él, lo derrotaran y destruyeran el maldito hechizo que estaba consumiendo a Esperanza.
Los tres hombres que se presentaron ante el rey, dispuestos a enfrentarse con el hechicero fueron: Un ciego, un científico y un imprudente.
Preparados los tres hombres empezaron su viaje hacia donde estaba el malvado mago pero antes de llegar a donde el llegaron a un lugar que tenía 3 caminos y cada uno debía escoger el que quisiera:

El primer camino se llamaba fracaso y era el camino más corto hacia donde vivía el mago, el segundo tesón y era el más largo , por ultimo estaba el camino realidad y era 3 veces más largo que el camino fracaso y 44 veces más corto que el camino tesón.

El joven imprudente tomo el camino fracaso y emprendió la marcha, el científico tomo el camino realidad e hizo lo mismo, por último el ciego tomo el camino del tesón.

Paso una semana y el joven imprudente que había tomado el camino fracaso llego a donde el malvado mago, quiso enfrentarlo pero después de una semana de combate vio que el mago era muy fuerte y que él no estaba lo suficientemente preparado para enfrentarlo así que desistió de la lucha y cayó derrotado.

Al mes llego el científico que había escogido el camino realidad, empezó a luchar con el mago pero pasado un mes y al ver que la realidad era que el mago era muy fuerte y, en todo un mes, él no había logrado hacerle el menor daño decidió rendirse y cayó derrotado

Pasado un año llego el ciego que había escogido el camino del tesón y reto al mago a combatir, el mago ataco al ciego mostrándole la realidad de su vida, comparando sus poderes, pero como era ciego no pudo ver lo que el mago le mostraba, siguió luchando con las fuerzas y habilidades que había obtenido durante su largo viaje por el camino del tesón. Después de un año de fuerte combate el mago al ver su realidad y que se quedaba sin poderes cayó rendido ante el ciego, reconociendo su fracaso.

El ciego volvió al pueblo llamado esperanza y en sus manos traía la luz que iba a destruir la oscuridad que consumía al pueblo. El rey al ver que el ciego llegaba triunfante le preguntó: ¿cómo has podido vencer a un mago tan poderoso, a pesar de ser ciego?

El ciego le respondió: hay que perseverar siempre por lo que se quiere, porque con el tesón se alcanza lo que no se puede ni con la realidad, y menos aún con el fracaso”

En estos tiempos que corren parece como si el maldito mago también nos hubiera echado el cenizo. Han sido muchos magos lo que lo han hecho, esos que han manipulado y siguen haciéndolo con el único fin de beneficiarse ellos.

Muchos imprudentes se dejan llevar, tal vez por la rabia del momento, por la ira del descontento, pero al final son fuerzas gastadas en vano.

Los científicos y estudiosos de estos menesteres, los políticos con recetas propias, los que sabían y no hicieron nada, nos muestran ahora realidades, unas ciertas, otras inventadas.

Es posible que los ciegos seamos nosotros, desde luego muchos hemos recorrido mucho camino, y sabemos de tesón más que muchos de ellos, que se han fabricado una vida cómoda, mientras para el resto no ha sido fácil.

Sea cual sea la situación que estemos viviendo, tomemos nota. A pesar del cansancio, por encima de tanta desilusión a la que nos han arrastrado, esta nuestro tesón, nuestras ganas de salir adelante, no dejemos que nadie oscurezca nuestras esperanzas.

Un abrazo

Autora: Ana Calandria

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