sábado, 17 de septiembre de 2011

La Soledad

Sentirse solo o estar solo. Sentirse solo estando acompañado.
La soledad es un tema que se nos presenta cotidianamente bajo diferentes matices.
¿Qué es entonces la soledad?
Psicológicamente se define como la ausencia, real o percibida, de relaciones sociales satisfactorias, que se presenta con síntomas de trastornos psicológicos y desadaptación, como ansiedad, depresión, insomnio, abuso de drogas y alcoholismo.
Sufren de soledad los individuos que tiene carencia de:

1. una persona cariñosa de quien depender,
2. alguien que lo atienda,
3. oportunidad de expresar sentimientos íntimos a otra persona,
4. un grupo de amigos del cual sentirse parte,
5. alguien que necesite de su amor,
6. alguien que lo desee físicamente,
7. personas con quienes compartir valores e intereses,
8. amigos para compartir actividades recreativas,
9. relaciones en el trabajo,
10. un sentido de confianza en los amigos íntimos,
11. intimidad física en forma regular,

Tres características definen la soledad: es el resultado de relaciones sociales deficientes, constituye una experiencia subjetiva ya que uno puede estar solo sin sentirse solo o sentirse solo cuando se halla en grupo; y, por último, resulta desagradable y puede llegar a generar angustia.
Se distingue dos tipos de soledad: la emocional, o ausencia de una relación intensa con otra persona que nos produzca satisfacción y seguridad, y la social, que supone la no pertenencia a un grupo que ayude al individuo a compartir intereses y preocupaciones. Parece, por otro lado, que la soledad está relacionada con la capacidad de las personas para manifestar sus sentimientos y opiniones.
La definición más común de soledad es la de carencia de compañía y que se tiende a vincularla con estados de tristeza, desamor y negatividad, obviando los beneficios que una soledad ocasional y deseada puede reportar.
Los psicólogos consideran que alguien está solo cuando no mantiene comunicación con otras personas o cuando percibe
que sus relaciones sociales no son satisfactorias.
Somos seres sociales que necesitamos de los demás para hacernos a nosotros mismos; no sólo para cubrir nuestras
necesidades de afecto y desarrollo personal, sino también para afianzar y revalidar nuestra autoestima, ya que ésta se genera
cada día en la interrelación con las personas que nos rodean.
Soledad, es el verte a ti mismo con tus características propias, diferenciado del resto de los humanos.
Es la sensación de separación dentro del tumultuoso mundo.
Tambien es cierto, que un importante conjunto de malversaciones de origen social sobre la soledad,
logra que las personas uno sepan aprovecharla y que se perpetúen en ella.
Poder estar solo y sentirse bien, garantiza estar exentos de una gran cantidad de ansiedades que entorpecen el avance,
pudiendo así moverse en la vida eficazmente; en búsqueda del bienestar y enriquecimiento personal, y en cuyo andar
se encuentran las distintas compañías incluyendo la pareja.
La soledad es una situación que hemos de aspirar a convertir en transitoria y que conviene percibir como no forzosamente traumática. Podemos mutarla en momento de reflexión, de conocernos a fondo y de encontrarnos sinceramente con nuestra propia identidad. Hay un tiempo para comunicarnos con los demás y otro (que necesita de la soledad) para establecer contacto con lo más profundo de nosotros mismos. Hemos de “hablar” con nuestros miedos, no podemos ignorarlos ni quedarnos bloqueados por ellos. Es conveniente que, en ocasiones, optemos por la soledad. En suma, equilibremos los momentos en que nos expresamos y atendemos a otros, y los que dedicamos a pensar, en soledad, en nuestras propias cosas.

La verdad, que es un tema apasionante y que dá para mucho, pero considero como conclusión, que lo
que importa es saber “usar” los momentos de soledad que se nos presentan en la vida, revertirlos quizá no podamos porlo emocional que esta comprometido, pero quizas con esfuerzo podamos hacer un inside …para conocernos y a partir de eso … mimarnos!

Autora:
Lara

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