Muchos entrenadores sienten miedo al no poder transmitir a su audiencia una imagen perfecta. Compartir las habilidades y conocimientos de coaching con las personas que en un futuro podrían transformarse en sus clientes, esto produce en ellos, cierto grado de incertidumbre, ya que no saben con certeza cómo será la experiencia de hablar frente al público.
Como entrenador sabes que no te puedes permitir este tipo de pensamientos, ya que te detiene y resulta difícil ver cuando es el propio miedo el que te paraliza. Sentir miedo de hablar en público es muy común. Podemos encontrar a alguien que nos entienda y este de acuerdo con nuestra posición, y así, hallar la excusa perfecta para no enfrentar este tipo de situación.
Recuerda que tú no tienes que ser perfecto para convertirte en un orador exitoso. Tu presentación no tiene que ser impecable o pasarte toda la jornada contando anécdotas graciosas, de hecho puedes equivocarte, y aun así, lograr una buena presentación. Al público le interesa obtener algún beneficio con la experiencia que adquirirá en tu oratoria. Mientras el publico crea que ha recibido algo de valor, entonces en sus mentes, te habrás convertido en un líder.
La verdad es que a nadie le gusta tener frente a él a una persona perfecta. Nosotros lo llamamos “ser demasiado suaves”. Nos atrae la gente que comete algunos errores, porque nos relaja y nos permite apreciar que es una persona normal como cualquier otra. El humor y la humildad es un buen síntoma de que eres igual a los demás. Asegúrate de que puedes reírte de ti mismo.
En realidad nada puede ir mal. ¿Qué puede pasar si no sale todo perfecto? ¿Si me olvido de lo que voy a decir? ¿Si a último minuto no me gusta lo que voy a decir? ¿Qué pasa si alguien de la audiencia me distrae o me interpela por mis dichos?
La verdad es que tu público se siente orgulloso de ti y quieren que tu presentación sea exitosa. Esperan que les ofrezcas una buena información que les sea útil y la puedan aplicar en sus vidas o en el trabajo. Esa es la razón por la cual han ido a escucharte. Bríndales lo mejor de tus conocimientos.
Si sientes que no puedes manejar tu miedo, lo mejor es que lo admitas, corrijas esa actitud y sigas adelante. Nadie es perfecto, tu público va a comprender tus errores y a perdonar cualquier equivocación. La parte importante es que te muestres como un apasionado en el tema que expondrás y que eres fiel a ti mismo. Mostrar esta faceta te resultará fácil ya que te estas desempeñando dentro del nicho de mercado que tanto te apasiona.
Las personas que han ido a escucharte se sentirán cómodas cuando sientan que te muestras tal como eres. Comparte tu pasión sobre tu profesión y tus palabras saldrán fácilmente de tu mente.
Si estas iniciándote como coach y no sabes qué pasos tienes que dar, podemos concertar sesiones personalizadas de coaching que te permita lograr la confianza que necesitas.
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