le canté despacito al oído
y como una canción de cuna,
los versos que ahora escribo.
Quédate amor conmigo,
quédate en mí por siempre,
quédate que sin tu abrigo
se vuelve invierno el estío.
Quédate que sin tus ojos,
el sol no alumbra de día
ni de noche brilla la luna.
Quédate que si me faltas
se alargan tanto las horas
que no llega nunca el alba.
Quédate que sin tus besos
sobre mis labios dormidos,
no sobreviviré a la aurora.
Quédate amor conmigo
que si me dejas me deshojo,
como un rojo clavel herido.
Quédate amor porque te quiero,
porque ha sido solo en tus brazos
donde sin morir he conocido el cielo.
María Elena Astorquiza V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario