y una rosa en las mejillas,
en los ojos el rocío
y en la boca mil espinas.
Tener el dolor por compañero
y una tristeza que avanza,
en el pecho un gran vacío
y la soledad por esperanza.
Tener acallado el sentimiento,
los suspiros, las palabras,
tragar las penas en silencio
o gritarlas solo al viento.
María Elena Astorquiza V.
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