la de los montes
cuando cae la noche,
entonces el silencio
que a veces habla
con dulces palabras,
enmudecido calla
y el sol que amante,
apenas rompe el alba
enamorado los besa,
se olvida sin más
de sus promesas
dejando en el olvido
los dulces sentimientos
de esa tímida flor
que le abrió sus pétalos
y en sus tibias caricias
envueltas en el viento,
supo lo que era el amor.
María Elena Astorquiza V.
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