coger el tiempo en mis manos,
dejarlo por siempre retenido
entre mis dedos unidos
y así nunca más se fuera
llevando en su equipaje
mis momentos queridos,
esos que día tras día
junto a ti yo he vivido,
amarrada a tu pecho,
respirando tus suspiros,
contando tus latidos
en este ardiente viaje.
Me parecen tan cortas
las horas que paso contigo
que creo que de pronto
estaré sin que lo quiera,
con mi tiempo ya vencido
y tendré que marcharme
con mi soledad a cuestas,
recordando tus besos
y tus palabras tiernas
que ignorando el olvido,
ablandarán mi lecho
de caracolas y arena.
María Elena Astorquiza V.
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