en como eres,
en lo mucho que has sido
desde siempre para mí
y me estremezco al sentir
que tú me quieres,
se me encierra el corazón
en sus paredes
y al mirarte mis ojos
se humedecen,
tu imagen de hombre-niño
me enternece
pero mi sangre de oro rojo
se convierte
en pasión y torbellino.
María Elena Astorquiza V.
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