jueves, 20 de febrero de 2020

Como la tenue luz de la luna

Anoche me besaste dormido
y fueron tus besos tan suaves
como la tenue luz de la luna
que colgaba de las sombras.

Yo te acaricié en silencio
nombrándote lentamente
y acallando mis suspiros
en el bosque de tu pecho.

Cuando llegó por fin el alba
y alumbró nuestro lecho,
fui yo quien te besó dormida
pero con la fuerza del viento.

María Elena Astorquiza V.


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